A medida que su fama crecía, sus depresiones se hacían más frecuentes y severas. Cambiaba de ánimo abrupta e impredeciblemente. El éxito no lograba calmar el dolor y el vacío que llevaba en el alma. "Si eres famoso, puedes leer en los diarios las opiniones de los demás acerca de ti. Pero lo que importa es lo que tú sientas por ti—sólo eso te permite sobrevivir y seguir adelante cada día con lo que venga.”Lo que ella sentía no le permitió seguir. De nada le sirvió ganar, en 1962, el “Premio a la estrella más popular” otorgado por el Golden Globe."Ahí arriba estaba mi nombre escrito con luces y yo me dije, «Dios mío, alguien se ha equivocado». Pero la marquesina seguía ahí, con luces brillantes. Entonces yo me senté, y me dije, «Recuerda, no eres una estrella». Y, sin embargo, ahí arriba estaba mi nombre, escrito con luces". (Marilyn Monroe)





No hay comentarios:
Publicar un comentario