sábado, 17 de enero de 2009

El magnetismo de Marilyn, unido a las circunstancias turbias de su vida y a su temprana muerte, la convirtieron en un mito, como James Dean, lo que acalló las objeciones que cuestionaban su calidad como actriz. Etiquetada en vida como ingenua o simple, y conocida por algunos rodajes conflictivos, Marilyn no fue agraciada con los premios Óscar y fue tras su muerte cuando su valía artística empezó a reivindicarse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario